La carrera de María en la hotelería es mucho más que ella misma; también se trata de su hija.
Después de obtener un título en administración hotelera en su natal Venezuela, María se mudó a los Estados Unidos para seguir un nuevo camino. “Ser de otro país y venir aquí sola me hizo más fuerte”, dice. “Quería ser mucho más, no solo para mí, sino también para mi hija”.
Cuando tenía solo dos años y medio, la hija de María Anzola se sometió a un trasplante de riñón que trágicamente resultó en una inflamación cerebral y un daño cerebral leve. Este trabajo le da a María la flexibilidad que necesita para progresar en su carrera y ser una madre dedicada para su hija.
Durante los últimos siete años, María ha trabajado en un hotel Hilton en Texas haciendo un poco de todo, incluyendo limpieza, lavandería, administración de instalaciones y operaciones de recepción. Su motivación para seguir creciendo continúa impulsándola mientras trabaja hacia el objetivo final de convertirse en gerente general.
“Quiero convertirme en Gerente General porque necesito hacer mucho más conmigo misma como profesional, como mujer y también como madre”, explica María.”
Mientras continúa persiguiendo su pasión por la hotelería, María no puede imaginarse haciendo otra cosa. “Me encanta ayudar a la gente”, dice. “He construido una familia en este hotel y siento que es mi segundo hogar”.
El trabajo duro también vale la pena. María aprovecha al máximo los beneficios de trabajar en la hotelería. “Los beneficios son asombrosos”, explica. “Tengo descuentos para ir a cualquier lado. Una de las cosas que me encanta hacer con mi hija es viajar. Le encantan los hoteles y ama viajar”.